lunes, 1 de octubre de 2007

Cinco magníficos.

La humedad se hace caldo y en este cubo se cultiva el rock.
Misceláneos por naturaleza, cinco locuras entrelazadas en el centro de un cruce fabuloso.
Doce cuerdas que hacen buenas migas en su claroscuro delirante, se dan paso mutuamente en soledades idoneamente acompañadas.
Una voz que recorre veredas arrabaleras se hace eco de ideas sin corromper por los chillidos más vacíos del nuevo shoppingroll.
El mago de dos varitas saca de su galera emparchada los golpes justos, mientras que los dedos largos del socio se encargan de embellecer ese universo grave que completa el lugar.

Cultivo de semillas que germinaron en los adoquines.
Frutos de una ochava mística.
Son la esperanza de esta trinchera, el futuro que nuestros oidos quieren percibir cuando hablamos de resistir.

No hay comentarios: