martes, 1 de enero de 2008

Nueva vuelta.

Otra vez el asfalto es una pista gigante, donde circulan festejos con patas y ruedas.
Otra vez ese carnaval que se va, y ese que llega atrás, pegado, con la trompa en el guardabarros como para no pagarle peaje a la nada.
Y que no o que sí, la vuelta la dimos igual, y los ciclos, después de todo, parecen existir.
Así que los sueños se lavan la cara, las uvas rellenas de ilusiones son el plato fuerte y todo lo que presentimos o precisamos se condensa en un momento de deseo de puño cerrado o de lágrima de deshielo.
De golpe los doce pasos de la carrera hacia el penal quedaron atrás, y nos encontramos rematando hacia el porvenir con la mejor pegada que tenemos.

No hay comentarios: